Las feministas aseguran que ante una infidelidad, la única solución es terminar la relación; los sacerdotes opinan que el engañado debe callar y seguir con su pareja, pues “es la cruz que le tocó cargar”; la madre de él dice que es imperdonable, la de ella, que es una etapa; las amigas de ella, que le pagues con “la misma moneda”; los amigos de él, que “corazón que no ve, corazón que no siente”.
La pregunta es, ¿se puede superar una infidelidad?, ¿cuándo?, ¿cuántas veces?, ¿sobre qué bases?
El presente artículo ha sido escrito pensando en los casos de parejas que habiendo atravesado por esta terrible experiencia de deslealtad, están dispuestos a dejarla atrás para sanar las heridas, enmendar los errores del pasado, y seguir alimentando su amor.
De ninguna manera me dirijo a la mujer que ha tenido que soportar durante toda la vida los múltiples engaños de un marido misógino y abusador, o al marido de la mujer seductora, que sin importar cuánto se le dé, siempre está hambrienta de atención.
Dolor y desconfianza
La infidelidad es peligrosa para la relación porque significa el rompimiento de una promesa. Por lo tanto, además de ser dolorosa, genera desconfianza en el otro, y a veces, dependiendo del estado de nuestra autoestima, también nos hace dudar de nuestro propio valor.
Después de una infidelidad, la pareja atraviesa por varias fases de crisis que aumentan conflicto a la relación: celos, culpas, suspicacia, resentimiento y dolor emocional aquejan a la pareja, hasta el punto que parece que no resistirá y terminará por romperse.
Se puede superar una infidelidad.
Para superar una infidelidad es importante entender que la infidelidad es tan sólo un síntoma de una disfunción en la pareja. Esto libera al infiel de toda la carga culposa del suceso, pues la responsabilidad de que la pareja funcione adecuadamente es de ambos.
Deberán comprender porqué se suscitó la infidelidad. El aburrimiento, la huida de los problemas, el castigo y la soledad, pueden ser fuertes motores para buscar una pareja clandestina. Entender las causas sirve a dos propósitos: contribuye al proceso de sanación del engañado, y da a la pareja oportunidad de solucionar los conflictos que dieron pie al engaño, para evitar que se repita.
Libertad para expresar lo que se siente
Es importante que el engañado se sienta libre de expresar sus sentimientos al respecto, y que reciba el apoyo emocional que necesita, acercándose a las personas más allegadas.
Perdonar una infidelidad es todo un proceso, que puede llevarse a cabo sin la ayuda de un terapeuta si la pareja está suficientemente sana emocionalmente y cuenta con las herramientas necesarias para la resolución de problemas.
No forzar el proceso
Es importante tomar en cuenta que nunca debe forzarse este proceso, pues lo único que se lograría por este medio sería “enviarlo al fondo”, y tarde o temprano volvería a manifestarse aun con más fuerza, dañando las bases de la relación.
Si las personas que integran la pareja no se sienten suficientemente aptas para resolver este tema, un terapeuta podrá ayudarles a alcanzar el perdón, y restaurar la relación. A menudo las crisis de pareja que se han superado, dejan a la pareja aun más fuerte que antes de la misma. Por lo tanto, una infidelidad no es necesariamente motivo de ruptura.
Si tu pareja atraviesa por una situación similar, no dudes en solicitar ayuda.
Podemos ayudarte.
Solicitar + información / Precios. |